Por Araceli Corbo
27 Ago 2009 Florencia Corrionero Prográmate
En el encuentro que está a punto de celebrarse en septiembre en Peñaranda, seguramente se discutirá el concepto de “gestor cultural” y sus diferencias (o no) con “gestor artístico”, “gestor territorial”, etc.; intentaremos definir su perfil, concretar conceptos como “gestión”/ “administración”, y el punto más importante: si un bibliotecario es o no gestor cultural. Si nos atenemos a literatura sobre el tema (1) y nos centramos en la explicación pormenorizada de lo que es la “gestión cultural” y las características que debe reunir un “gestor cultural”, no cabrá la menor duda: el bibliotecario sí es un “gestor cultural” o, dicho de otro modo, dentro de las acciones que puede llegar a desarrollar en su quehacer, sí puede estar y de hecho está la gestión cultural!!! En la lectura de A. Rodríguez Musso (2), se señala que un “gestor cultural” es un intermediador o facilitador entre la cultura y el público. El gestor hace posible, a través de su trabajo, que una expresión cultural sea conocida y valorada por el público. Analizando cada una de las características que se le asignan a este profesional, el bibliotecario, dentro de las capacidades y destrezas con las que puede contar, y cada vez más se le exigen, es capaz de diseñar un plan coherente de un proyecto o producto cultural. El nuevo bibliotecario es creativo, capaz de proyectar programas y actividades y funciona como intermediario entre la difusión de la cultura y el público. El profesional de la información, por su situación de relación directa con el público, está atento y conoce lo que éste requiere, así como las necesidades de la sociedad en cada momento determinado. Debido a esta relación, el bibliotecario debe además potenciar un carácter abierto, dialogante y comunicador, ya que de esta manera existe mayor acercamiento con el público y es partícipe de sus opiniones, adaptando así la programación cultural a la medida de sus necesidades. Aunque dedicaremos un post a las estrategias de comunicación y promoción necesarias para la “venta” y difusión de la programación diseñada en la biblioteca o en nuestro centro de información, no hay que olvidar que este es un punto muy importante en nuestro trabajo e institución y sin esta estrategia, las actividades permanecerán escondidas y cerradas, sin posibilidad, muchas veces, de realizarse. Es fundamental creer en el trabajo hecho y diseñado, estar motivado y satisfecho con las actividades marcadas y mantener el interés del acercamiento de la cultura hasta el final de lo planificado para obtener unos resultados óptimos. (1) BONET AGUSTÍ, Lluis. “El perfil del gestor cultural en el S.XXI” [http://www.bissap.es/com/pdf_doc.php?id=11] (2) RODRÍGUEZ MUSSO, Alejandro. “Gestión cultural” Esta entrada fue publicada el Jueves, 27 Agosto 2009 a las 7:57 en Prográmate. Puedes seguir las respuestas a través del feed RSS 2.0. Puedes dejar un comentario, o hacer trackback desde tu propia página web.
(1) BONET AGUSTÍ, Lluis. “El perfil del gestor cultural en el S.XXI” [http://www.bissap.es/com/pdf_doc.php?id=11]
(2) RODRÍGUEZ MUSSO, Alejandro. “Gestión cultural”
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